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Politización Comunitaria De Mujeres Hinchas De Fútbol: El Caso De Nuestra Cruzada

tabus classic architecture arc de triumph roman El sostenimiento continuo de un foco atencional adecuado es tarea fundamental del arquero, no solo para responder efectivamente a las situaciones donde debe intervenir, sino también en el transcurso de todo el partido, dada la impredictibilidad del fútbol y la sorpresa en las trayectorias y descargas del balón. Al mismo tiempo, su control sobre las señales del entorno es crucial para su tarea primordial: evitar que el rival anote goles; señales que van desde el conocimiento de las posiciones actuales y posibles de un adversario, hasta la elección de su propia posición según la jugada de ataque presente. Al mismo tiempo, son ropas resistentes, por lo que su resistencia, está garantizada, especialmente si nos decantamos por marcas con una preeminencia garantizada. Esto es perfectamente posible, dado que los mediocampistas son los que más desgaste físico realizan en un partido, y por lo tanto tienden a desplegar sus condiciones en cada acción que realizan en términos de competitividad (que es la predisposición a comparar las propias habilidades con las de los rivales), aspecto que pertenece a la variable Motivación. Solo en el caso de esta subvariable de rendimiento, esto nos indica que la cantidad de centros al área chica y no su efectividad dependen más de la motivación que de otras variables psicológicas.

michiel de boer michieldeboer madrid spain capital building palace paltial marble Volviendo a la habilidad mental, ésta también es importante para la ejecución de centros al área chica, pero en menor grado que la motivación. En menor medida, esta variable es importante para la ejecución de centros al área chica, junto con la motivación. Es importante recalcar que como segunda variable en importancia, el arquero debe responder a las demandas de su entorno de forma satisfactoria en momentos definitorios de los partidos, y si puede controlar esa demanda que le hace el entorno con una percepción objetiva acerca de sus propias capacidades para salir airoso, tiene mayores probabilidades de tener un rendimiento notable. También debe realizar movimientos en el aire, para los cuales debe “calcular” su ejecución motora en términos de tiempo y espacio, tomando en cuenta toda la información recogida mediante su foco atencional, su percepción y entrenamiento táctico y obviamente mediante su experiencia personal. Dado que puede utilizar cualquier parte de su cuerpo para realizar sus tareas, el uso de sus manos hace que la ejecución física de sus movimientos tenga mayor precisión que aquella de los jugadores de campo. Además, solamente con relación al aspecto de exactitud de los pases, esta variable se muestra más fuerte que las demás, y he aquí la posible relación: los delanteros tienen poco tiempo de tenencia del balón, deben tener rapidez en sus movimientos y por lo tanto toques de balón, justos y exactos.

De la misma manera, si tocamos la función de contención someramente, vemos que los mediocampistas con una muy alta motivación tienen a cometer infracciones en un rango bajo, pero a diferencia de los defensores, cuya baja incidencia en las infracciones cometidas se debía más al control de estrés, en los mediocampistas, la gran parte de sus funciones están asentadas en la variable motivación. Pues bien, nuevamente la motivación es la que afecta a todos los mediocampistas en que el rango en este porcentaje sea alto o muy alto. Este hecho nos remite al concepto de una “voluntad cultivada” en términos de persistencia, de dirección e intensidad del esfuerzo, más practicada y desarrollada en los mediocampistas que en otros grupos de jugadores. Esto nos remite al concepto de arousal, que indica que con una activación media, ni muy alta ni muy baja, (Teoría de la U invertida), el desempeño en una acción de duración corta pero de importancia capital puede ser óptimo: efectividad en los pases en jugadas de ataque, superación de la marcación del rival y peligrosidad en los pases con estabilidad emocional.

Permítaseme una nueva anécdota muy personal: la perra de mi hijo llamada Chiquitina, guacha por antonomasia, quiltra chilena, recogida de la calle, adoptada por el más banal, elocuente y gratuito cariño por los animales, dice cada vez que la tomo en brazos (a través de mi boca evidentemente): yo le decía hola padre, al que decía ser mi padre. Esto resalta el sentido de lucha de la agrupación como hinchas de la UC, el cual además queda sellado con el propio nombre “Nuestra Cruzada”, que a su vez hace alusión a la batalla contra el patriarcado como objetivo de la agrupación de hinchas del club que históricamente ha nombrado a sus jugadores e hinchas como “Los Cruzados”. Esto nos da una perspectiva general pero imponente de confirmación de la tesis de este estudio. Con este dato científico de entrada, se puede encontrar criterios de clasificación de la población más detallados, para encontrar correlaciones entre variables aún más significativas. Las demás variables psicológicas también intervienen en el rendimiento de los mediocampistas y en las mismas subvariables que se han detallado anteriormente, pero en un nivel menor que la motivación. Ahora sabemos, por lo menos desde una perspectiva amplia, que el rendimiento en destrezas concretas de los jugadores profesionales de fútbol está en función de su preparación psicológica.