La camiseta combina blanco, rosa y gris en una serie de franjas horizontales con una textura visual que recuerda precisamente al macizo. El reglamento indica que se amonestará a un jugador «cuando con ocasión de la celebración de un gol el futbolista se despoje de su camiseta o la alce por encima de la cabeza, así como cuando se encarame a la valla que rodea el terreno de juego».