Categorías
Uncategorized

tiendas de futbol

Pero que existan hinchas que pagan más de dos mil pesos por una remera absurda es, siendo generoso, una estupidez. Resulta que el equipo jugó un amistoso contra un combinado del ascenso hace dos mil años y el utilero se olvidó de llevar el bolso con las camisetas, entonces tuvo que salir de apuro a conseguir cualquier cosa que se pareciera a una remera. Al jugador que se la pone porque no le queda otra, se lo indulta.